Relativo al tema de la prevención de incendios

Hidróxido de aluminio (o trihidróxido de aluminio Al(OH)3): Compuesto que desprende agua a temperaturas superiores a 200 °C. De este modo, el ATH enfría el foco del incendio por evaporación y, al mismo tiempo, inhibe el acceso de oxígeno a la llama. El residuo sólido de la división del agua, el óxido de aluminio, protege además el foco del incendio.

Elemento químico del grupo del nitrógeno de la tabla periódica (abreviatura: Sb). Los compuestos de antimonio potencian el efecto ignífugo de los halógenos. Sin embargo, muchos de ellos se consideran tóxicos.

«Carbonizado» intencionado de una superficie: la fina capa de carbono impide que los componentes laminados subyacentes entren en contacto con el oxígeno.

Norma que regula los requisitos relativos al comportamiento frente al fuego de materiales y componentes en el transporte ferroviario. Dado que los trenes son difíciles de evacuar en caso de incendio (en un túnel, por ejemplo), la norma EN 45545-2 se considera extremadamente estricta. Los sistemas de protección contra incendios que han de demostrar su valía en este ámbito deben estar especialmente bien concebidos y se consideran el estándar de referencia también para muchos otros campos de aplicación.

Una llama es mucho más que una luz que acompaña al fuego; más bien, es la esencia del mismo fuego. La llama es la zona en la que se producen reacciones químicas violentas y generadoras de calor entre el oxígeno del aire y los componentes volátiles de un combustible. Si se consigue evitar estas reacciones, la llama se extingue y con ella, el fuego.

Elementos químicos del 7.º grupo principal de la tabla periódica, como el cloro (Cl) y el bromo (Br). Pueden inhibir la propagación de la llama en el aire al interferir con las reacciones químicas que contribuyen a la generación de calor en la llama.

Que contiene halógenos. Para productos ignífugos que contengan cloro o bromo.

Hazard Level. Sistema de clasificación que ayuda a clasificar las áreas de aplicación (no solo) de los componentes de plástico en función de su rendimiento mínimo exigido en caso de incendio. La estricta norma de transporte ferroviario DIN EN 45545 reconoce tres niveles de peligro; los requisitos del más estricto (HL3) se aplican, por ejemplo, a los coches cama de vehículos que no pueden evacuarse en cuatro minutos por los accesos laterales en caso de incendio.

Formación de una capa espumosa y protectora por la acción del calor sobre un plástico. La espuma protectora impide el paso del oxígeno y protege el laminado inferior del calor durante un tiempo. La intumescencia es, por tanto, una forma especial ampliada de carbonización.

Limiting Oxygen Index: un parámetro importante para describir el comportamiento al fuego de los plásticos. La cifra describe cuánto oxígeno necesita un material para inflamarse. A partir de un LOI de 21, es difícil que un material se incendie en el aire. Cuanto mayor sea el valor, más resistente al fuego será el material.

Elemento químico que suele utilizarse como retardante de llama. En caso de incendio, elimina el agua del sustrato, formando ácidos fosfóricos (no muy corrosivos). Se crea así una capa protectora que dificulta el paso de gases como el oxígeno (véase la carbonización).

Mezcla de gotitas líquidas finamente dispersas y partículas de polvo producidas durante la combustión. El humo denso puede bloquear la visión clara de las vías de evacuación, mientras que el humo corrosivo puede lesionar a las personas. En condiciones ideales, la combustión de plásticos solo produce un humo fino y no corrosivo gracias a los aditivos ignífugos adecuadamente seleccionados.

El gas que impulsa los procesos de combustión. El aire respirable contiene aproximadamente un 21 % de oxígeno. Sin este gas, la llama se sofoca.

El clásico agente extintor por excelencia. El agua extingue las llamas porque enfría el foco del incendio y reduce el desarrollo de gases inflamables en el combustible. También impide que el oxígeno llegue al foco del incendio y detiene así las reacciones generadoras de calor en la llama. Hay retardantes de llama que liberan agua cuando se exponen al calor, por ejemplo, el ATH.